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Extracto:Hay grandes goles, goles afortunados, autogoles, goles que dan un triunfo y ahora, en la era del VAR, tenemos los "goles provisionales". Hasta ahora, ningún partido ha puesto tan de
Por Simon Evans
MANCHESTER, Inglaterra (Reuters) - Hay grandes goles, goles afortunados, autogoles, goles que dan un triunfo y ahora, en la era del VAR, tenemos los “goles provisionales”.
Hasta ahora, ningún partido ha puesto tan de manifiesto el nuevo escenario que enfrenta el fútbol que el extraordinario duelo del miércoles por la Liga de Campeones entre Manchester City y Tottenham Hotspur.
Un tanto en los minutos finales de Raheem Sterling generó una celebración delirante de los hinchas presentes en el estadio Etihad y también del entrenador del City, Pep Guardiola, quien saltaba con júbilo tras un gol que le daba a su equipo el paso a las semifinales del torneo.
Pero cuando el réferi turco Cuneyt Cakir señaló que el gol había sido anulado tras la revisión del sistema de videoarbitraje (VAR), Guardiola cayó de rodillas con la cabeza entre sus manos, en un gesto de total desesperación.
En contraste, los jugadores de los Spurs, que minutos antes ya se veían fuera de la competencia, resucitaron repentinamente tras la corrección del cobro, sabiendo que ellos, y no el City, enfrentarían a Ajax por un lugar en la final.
“El VAR estuvo 100 por ciento correcto en su toma de decisiones. Todos pensaron que era gol, fue increíble ver el cambio en las emociones en una fracción de segundo”, dijo el excapitán de los Spurs Gary Mabbutt.
En vez de que los programas de televisión analizaran el fuera de juego de Sergio Agüero antes del pase que Sterling convirtió en gol, y en lugar de que el entrenador de los Spurs, Mauricio Pochettino, intentara controlar sus palabras mientras lamentaba tal injusticia, el VAR aseguró que finalmente los árbitros tomaran la decisión correcta.
Los hinchas del City, que no habían visto la repetición de la jugada, se dirigieron a los periodistas del sector de prensa para preguntar si la decisión era correcta. Sí, les dijeron, Agüero estaba, efectivamente, fuera de juego.
Fin de la historia. Ninguna amargura, ninguna ola de críticas contra el árbitro, ninguna sensación de injusticia durante décadas.
Sin embargo, es difícil no preguntarse si los aficionados del City, o de cualquier otro equipo, podrán celebrar otra vez un gol en los minutos finales con tanta efusividad, porque ahora estamos en la era del gol provisional.
Los hinchas ingleses tendrán que acostumbrarse a experimentar al gol provisional, ya que el VAR se estrenará en la Liga Premier la próxima temporada.
De acuerdo a lo evidenciado hasta el momento, el VAR reducirá el número de goles injustos, pero será fascinante ver cómo los hinchas, los jugadores y los entrenadores reaccionan ante cada gol dudoso.
¿Modificarán su comportamiento y contendrán sus emociones, esperando el fallo final? ¿O se van a dejar llevar, tal como los hinchas del City y los Spurs el miércoles, por la tortura que el VAR les puede proporcionar?
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