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Extracto:*En el mundo occidental iniciarán dentro de poco algunas festividades que, en los hecho, dan cerrojazo anticipado al año.
Pareciera que este artículo se adelanta demasiado ya que vamos en la mitad de noviembre y queda por delante mes y medio para que concluya el año 2020, todo puede suceder.
Pero este año fue especial y quizás lo mejor que podría suceder es que acabe lo más pronto posible; además, como sabemos, en el mundo occidental en breve iniciarán una serie de festividades relacionadas con la navidad, que en los hechos le da cerrojazo anticipado al año, en buena parte de los países latinoamericanos no es la excepción, de modo que dentro de poco estaremos en la etapa final de este periodo de 12 meses.
Las economías latinoamericanas tendrán varios retos por delante, es de hecho la zona del mundo que más dificultades enfrentará en los próximos meses. Pero, de manera especial debe enfrentar tres grandes desafíos para sus mercados y sus divisas, de la forma en que gestiones este trío de desafíos dependerá mucho la evolución económica.
Primer reto: Estabilizar el panorama político, que afecta a sus economías
Nos guste o no el factor político siempre es determinante para los mercados, los indicadores se mueven por dicho elemento: acciones, divisas, tasas de interés, bonos, ec. Sin abundar en cuestiones ideológicas, ya que no es la esencia de este análisis, debemos señalar que en los meses recientes América Latina está inmersa en una serie de sucesos de corte político que pueden afectar su desempeño, sin considerar lo que suceda para el año venidero. Mencionemos sólo algunos.
En Perú el presidente Martín Vizcarra fue destituido del cargo hace unos días por sospechas de corrupción, no llegó a los dos años de gobierno, el escándalo ha sacudido al país andino que apenas tuvo tiempo de reponerse de la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski en 2018 también por sospechas de corrupción.
En Bolivia ha iniciado un nuevo gobierno en la persona de Luis Arce, considerado como uno de los artífices del crecimiento de país en los años reciente antes de la enésima reelección de Evo Morales, que sumieron al país en una profunda crisis política y económica. En Bolivia se dice que no será una tarea fácil su presidencia precisamente por la sombra del expresidente Morales que volvió al país, así como por los desencuentros con la oposición. En Chile mientras tanto iniciarán las negociaciones y trabajos para darle cara a una nueva constitución y enterrar la vigente, que es producto del periodo gobernador por Augusto Pinochet; no será una tarea fácil toda vez que entrarán en juego muchos intereses, así como posturas políticas, ideológicas y desde luego políticas, el país podría pasar por un periodo de inestabilidad.
En Argentina el gobierno cobra fuerza pero todavía es débil y existen dudas sobre sus alcances para llevar a cabo reformas que le ayuden al país a retomar la senda del crecimiento, el logro de la renegociación de la deuda del país es percibido por algunos sectores dentro del país más como una concesión de los capitales foráneos que veían serios riesgos futuros para cobrar sus recursos, que por las habilidades políticas y la solvencia económica del gobierno que llega a las elecciones de 2021 para elegir una parte del congreso como una especie de referéndum sobre su gestión.
En Brasil será un año preelectoral y eso significa riesgo. En 2022 habrá elecciones presidenciales tanto en este país como en Colombia, el actual presidente brasileño Jair Bolsonaro podrá presentarse para la reelección, pero el encono político es cada vez mayor.
En México habrá dos sucesos de relevancia política para el año siguiente, la elección de medio sexenio (seis años), para renovar la cámara baja (diputados), en junio próximo, más una especie de referéndum sobre la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, programada para agosto. Todo lo anterior sin olvidar la inestabilidad política en naciones como Venezuela, Nicaragua y Haití; la región necesita estabilizar su contexto político para mantener más o menos a salvo a sus mercados y desde luego, a sus divisas.
Segundo reto: Mantener y/o atraer a los inversionistas y capitales
Latinoamérica es un importador neto de capitales, los necesita para su expansión y crecimiento, todavía es muy dependiente de los flujos del exterior. El gran reto para 2021, o uno de los principales, será mantener el atractivo para que estos capitales fluyan y no se detengan, o peor aún, se vayan por un tiempo.
Será todo un desafío porque como hemos señalado previamente, el contexto no es sencillo en muchas naciones latinoamericanas. Algunos países tienen ventaja por su tamaño económico y por su cercanía con las dos potencias globales que se ubican en esta zona. Claramente México es un país con enormes ventajas, mientras que Brasil tiene el distintivo de ser la mayor economía regional, Chile tiene prestigio en el mercado, aunque no es del tamaño de los dos países anteriores, y los demás tendrán que demostrar a los capitales que son viables, o que pagan muy buenos rendimientos y su grado de riesgo no es tan elevado. Los capitales determinan el grado de desarrollo en muchas naciones.
Tercer reto: Impulsar el crecimiento más allá de su tasa inercial, sí o sí
La región ha crecido en la última década apenas un promedio de 1.9 por ciento, ni siquiera alcanza una tasa de 2 por ciento como muchos lo consideran. Desde luego que será una de las más afectadas este año por la crisis generada por la pandemia. Se espera que el PIB de México caiga entre 9 y 10 por ciento, el de Brasil entre 8 y 9 por ciento y Argentina alrededor de 7 por ciento, por señalar algunas de las economías más importantes.
La mala noticia es que para 202 se espera una recuperación insuficiente, en un promedio de 3 por ciento, a la región le urge crecer.
Es importante que no sólo crezca, sino que lo haga a una tasa promedio superior a la inercia de la última década, que como señalamos se ubica ligeramente debajo de 2 por ciento. Este 2021 que iniciará en unas semanas debe ser el momento de empezar a crecer más, para evitar el riesgo de que caiga en otra “década perdida”, como algunos analistas empiezan a temer y que hace referencia a la década de los ochenta del siglo pasado, cuando Latinoamérica decreció, afectado por devaluaciones de sus monedas, hiperinflación y también conflictos políticos.
En algunas ocasiones se dice que los países repiten sus historias, ojalá no sea el caso de Latinoamérica que en algunos aspectos empieza a parecerse a aquella región del siglo 20 que fue golpeada por severas crisis.
En Wiki FX seguramente tendremos la evolución día a día de las monedas latinoamericanas con los efectos de lo que se espera será un convulso 2021.
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